¿Cómo puedo ser de servicio?
Hace un par de años iba caminando al trabajo, un paseo que me lleva a través de varios cruces muy concurridos en Cambridge. Mi mente estaba llena de las actividades y los planes del día. Como resultado, mi atención en ese momento en particular no iba con el momento que se estaba desarrollando. Estaba cruzando un cruce particularmente ajetreado; un hombre ciego caminaba a mi lado, agitando el bastón de un lado a otro. Cuando este hombre caminaba, su palo golpeó un coche estacionado justo en el paso de peatones. Miré y fui capaz de verle una expresión de «¿qué es esto?» en la cara. No sabía cómo superar este obstáculo en su camino. Tal vez pensó que estaba perdido o que no había contado los pasos correctamente. Mientras miraba, otro hombre miró y dijo, «tres pasos a la izquierda, alrededor de la parte delantera del coche». Y yo me dije, «Eso es maravilloso. ¿Pero dónde estaba yo?»
Esta es nuestra práctica. No es un gran compromiso expandido con el universo. No es una esperanza de cómo pueden ser las cosas en el futuro. No es un deseo que las cosas sean como eran en el pasado. Es sólo en este momento, respondiendo espontáneamente: ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para ser de servicio? Nuestro trabajo para a medida que avazamos con nuestra vida cotidiana es cultivar esta práctica con la que ya estamos conectados. Simplemente no sé; ¿cómo puedo ser de servicio? A menudo desearía que fuera más complicado, pero parece ser que no puedo encontrar más. Eso es todo lo que hay.